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Hoy, 23 de Abril, Dia de San Jorge ¿te preguntaste si estas preparado para matar al Dragon? Todos conocemos la historia del dragon, al final de este texto vas a encontrar la reseña de San Jorge, pero nos queremos concentrar en la pregunta anterior…
¿A que se refiere con "el dragon"? seguramente se pregunten (o no, a veces solo se lee algunas cosas de esta pagina). Podemos metaforizar con el dragon a muchas cosas actuales: vicios como el juego, el alcohol, los escollos Rover… Ustedes, ¿los enfrentan? ¿o simplemente nos quedamos como las demas personas que seguramente alrededor de San Jorge estaban mirando y diciendo lo que podian hacer, pero nunca haciendolo? Es muy facil decir que el alcohol es malo, el cigarrillo es malo y muchas cosas mas, pero, ¿estas tomando la iniciativa de Jorge y combatiendolos?
No tengamos miedo de ser los "Jorge" de la actualidad, saliendo con orgullo con nuestro uniforme y combatiendo con los "dragones" de la actualidad. Guarda esos papelitos que ibas a tirar a la calle, o agarra los que estan en el piso y tiralos en el tacho. No fumes o deja el cigarrillo para dar el ejemplo. Cuidate con el alcohol. Con pequeños gestos como esos estamos combatiendo con la misma valentia que San Jorge al Dragon.
Buena Caza
Roberto Andres Villa
Coordinador del E.Di.Com.
Su vida
San Jorge fue un soldado que murió martirizado en el siglo III. Circulan muchísimas leyendas sobre su vida y martirio, y es , posiblemente, uno de los santos más populares de toda la cristiandad. Con seguridad tan sólo conocemos lo arriba citado, sin embargo análisis históricos de las distintas tradiciones y el trabajo de los bolandistas nos han permitido inferir más detalles sobre su vida:
Jorge nació en Capadocia (la actual Turquía) en el siglo III, su padre era Geroncio, un soldado del Imperio Romano de Oriente que murió al poco de nacer Jorge. Su madre, Policromía, le llevó con ella a su ciudad natal: Lydda (La actual Lod, en Israel), donde creció y acabó convirtiendose también en soldado, alcanzando rápidamente un puesto destacado, llegando a ser tribuno y comes y siendo destinado a Nicomedia, con la guardia personal del emperador.
Se ignora si era cristiano de antes o se convirtió durante su estadía en el ejército, pero el caso es que en los años 303 y 304 dC. el emperador Diocleciano emitió una serie de edictos por los cuales se obligaba a los cristianos a hacer sacrificios a los dioses romanos y se perseguía a los que se negasen a hacerlo (Este momento fue conocido como la Gran Persecución de Diocleciano, y tuvo un alcance terrible). Diocleciano ordenó a San Jorge perseguir y ejecutar a los cristianos, pero él se negó, atreviéndose a criticar la decisión tomada por el emperador en su presencia.
Diocleciano reaccionó violentamente, ordenó su tortura y ejecución. Así en abril de 303, frente a las murallas de Nicomedia, San Jorge fue torturado cruelmente durante varios días (la tradición nos dice que se usaron 4 métodos distintos de tortura) y decapitado el día 23, se dice que sin emitir una sóla queja.
Se cree que su ejemplo alentó a muchos cristianos a resistir, entre ellos a una sacerdotisa pagana conversa y a la emperetriz Alejandra, esposa de Diocleciano, que fueron también martirizadas (aunque como veremos, se cree que Alejandra murió antes). San Jorge fué enterrado en Lydda.
San Jorge y el Dragón
A partir de su martirio y junto con la expansión de su devoción se difundieron muchas versiones de su martirio, varias de ellas incluían a San Jorge siendo cortado en pedazos, decapitado y resucitando varias veces y hasta una columna de fuego que descendía para matar a Diocleciano.
Sin embargo la más famosa sin duda es la versión de San Jorge y el Dragón(Aparecida en el Siglo XIII), la cual tenía varias variantes, pero manteniendo siempre un nucleo central:
Un terrible dragón atemorizaba la ciudad de Lydda, devorando el ganado y manteniendo a toda la población espantada. Acabado todo el ganado los habitantes decidieron ofrecer al dragón doncellas vírgenes para aplacar su hambre, al tiempo le tocó el turno a una princesa, la cual fue voluntariamente para salvar a su pueblo. Estando el dragón a punto de devorarla apareció San Jorge con armadura y montado en un caballo blanco, se interpuso entre la dama y el dragón y le mató de una sóla lanzada. Liberada la princesa, San Jorge convirtió al cristianismo a todos los habitantes del pueblo y repartió generosamente sus riquezas, tras lo cual lo abandonó sin aceptar recompensa alguna.
Esta historia, evidentemente inventada, guarda curiosas similitudes con la vida del santo. Muy probablemente fue una corrupción de la historia original, que perdiendo los elementos secundarios, mantuvo el mensaje que se quería conservar. De esta forma se puede observar cómo el San Jorge de la leyenda y el real realizan un acto extremadamente meritorio que implica la salvación (espiritual o material, según la versión) de mucha gente, en especial de una princesa. La derrota del dragón (en un caso un animal físico, y en el otro del Dragón llamado diablo, que le tentaba durante su martirio) delante de todos, que implica la salvación del pueblo (Del pueblo de Dios, es decir, de los cristianos, evitando que se acobarden y renuncien a Dios, en el caso de la historia real). El hecho de que sea común a varias versiones que San Jorge derrotase al dragón de una sola lanzada (acto insólito en las historias medievales, pues una lucha larga y dificultosa sirve en general para engrandecer aún más el valor y fuerza del caballero) nos indica que llevó a cabo esa hazaña de manera especialmente sobresaliente, pudiendo significar esto una entereza fuera de lo común durante el martirio. En el caso de la princesa rescatada se refiere muy probablemente a la emperatriz Alejandra, la cual, según una leyenda no comprobada, alentada por su ejemplo, fue a dar su vida en martirio, pero murió de forma pacífica momentos antes de sufrirlo por intercesión de San Jorge.
La leyenda del dragón vino con varias interpretaciones metafóricas y didácticas de la historia, convirtiendo al dragón en el Diablo, el mal, etc; al caballo blanco se le identifica con la Iglesia, con la fe o con el mismo Cristo y a la princesa con la Iglesia, generalmente.